
Y llega un día en el que te das cuenta que te estás arreglando para alguien que te hace sonreír, que te cuida, que saca momentos para enviarte un mensaje, para sorprenderte y te hace disfrutar como nadie en la cama, porque es capaz de sacar ese lado salvaje que no tod@s han conocido, y te pone mucho ser tu yo más íntimo, sacarlo, jugar y terminar sin aliento.
Pero también sabes que tiene pareja, que aunque siempre habías dicho éso de «yo no estaré con alguien que esté con otra persona», se convirtió en un a tomar por saco, cuando no pudiste decir más veces no, porque te gustaba cada vez más, a sabiendas de que no iba a estar en momentos importantes, a sabiendas de que la gran mayoría de las noches no estaría a tu lado y lo peor, que sabías con quién y en qué cama.
Aquí no hay sexos, a todos nos han podido engañar o ser quienes estaban por momentos, y seguramente, los mejores, los irrepetibles, los de las locuras, los de sudar hasta decir basta, de jugar, de probar… quedar a escondidas, besarse con ganas exprimiendo cada momento, provocar sexo, sí, sexo, con una mirada que invita a desnudarte, con un gesto húmedo en los labios, porque los labios, para besar y otras cosas, deben estar húmedos, y éso lo provoca quien tienes enfrente porque te mueve.

Pero ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar o a soportar?, porque hay que ser de mente muy fría para no pasar la barrera de los sentimientos si éso se alarga mucho tiempo. Quizás me equivoque, pero tengo la sensación de que en esta situación hay dos clases de «los otros», los que lo toman como un juego, sin querer nada más y además lo tienen claro, incluso dejando esta relación de a tres por otra persona y los que no son de piedra y terminan sintiendo, y es ahí donde las decisiones llaman a la puerta. Sea lo que sea, la otra o el otro, es complicado si eres de sentir.
Pero la vida está para disfrutarla, aprender, conquistar nuestro cuerpo y el de otros, así que quizás, no sea tan mala opción vivir y ver que te cuidan sin compromisos, creo que es la mejor lección de que todo puede acabar un día cualquiera y debes vivirlo intensamente mientras dure. Hay que ser valiente para hacerlo, sabiendo que quizás nunca sea tu pareja. Y cuando sientas que debes alejarte, simplemente, hazlo. Claro que luego está la versión de «yo paso», pero ayyyy, no siempre se puede elegir cuando el corazón se menea o te lo sacuden y más si te lo sacuden en la cama, porque el sexo, engancha más de lo que creemos. Y si hay sentimientos, estamos perdidos.
Supongo que a ciertas edades ya todo nos importa de poco a una mierda, y queremos vivir, disfrutar y por supuesto, no quedarnos con las ganas. Aunque he de romper una lanza por aquellos que toman decisiones y dan un paso al frente para regalar más momentos a quienes no los han tenido y os aseguro que les va muy bien. Muchas veces, las decisiones más arriesgadas, llenas de incertidumbre y sin rumbo, terminan en el mejor destino, el que nos hace felices.
Señores, no pensemos tanto, la sociedad no está preparada para personas que se salen del tiesto, que disfrutan del sexo y se saltan las normas, ésas que seguramente están llenas de hipocresía y que son criticadas por quienes las cumplen y crearon.

No dejemos de sentir escalofríos, de sentir calor por dentro, de SENTIR, algo tan importante y que nos mueve a hacer locuras, ésas que nunca abandonarán nuestra cabeza y que al recordarlas, nos harán sonreír, y sobre todo, ésas que disfrutamos con alguien que es especial y nos hace temblar al ser acariciados, que nos eriza el vello y hace que la imaginación vuele para la siguiente cita. Porque si quieres repetir, es por algo, y a mí me gusta repetir con quien merece la pena, porque si te sientes cuidado, ya te has respondido. La vida hay que vivirla.
Como siempre, un placer abrir un debate sobre un tema que puede interpretarse de varias formas, y quizás hoy la interpretación sea muy diferente a lo que estamos acostumbrados, de éso se trata, ¿no?, de abrir las mentes y quizás otras cosas.
Os dejo el enlace donde podéis escucharme en Radio a Bordo. Hablamos de las fantasías de las mujeres… https://radioabordoonline.wordpress.com/2020/11/17/las-fantasias-de-las-mujeres/
Hasta el próximo miércoles, vamos a ver si me sorprendéis con vuestros comentarios…o vivencias.
G & G
En qué momento…. ¿en qué momento?: CARPE DIEM.
Si, eso, aprovecha la oportunidad, pero ¿cómo se vence el miedo?.
Tenemos (escondiéndome en el plural mayestático) muchos miedos: miedo al rechazo, miedo al que dirán, miedo a la comodidad, miedo a la vergüenza, miedo a lo absurdo, miedo al que pasará después, miedo a lo que no pueda pasar.
Igual si pensamos en el MEMENTO MORI, igual tendríamos menos miedo a VIVIR…
Saludos.
Me gustaMe gusta
Los miedos no nos dejan disfrutar, te diría déjalos a un lado pero arriba o abajo son más divertidos y dejan de ser miedos.
Me gustaMe gusta