HOY NO…

Esta mañana leía en una red social diferentes comentarios de hombres y mujeres donde comentaban si se habían acostado con su ex tras dejar o ser dejados. Os puedo asegurar que había comentarios que no me dejaban indiferente, creo que son muchas las personas que no han pasado página. Muchos se habían acostado tras dejarlo, porque durante un tiempo aún seguían sintiendo esa atracción, otros ponían el grito en el cielo, la gran mayoría eran mujeres. Supongo que influye mucho cómo se acaba, pero cuando se deja de sentir algo por esa persona, todo se ve de otra forma, no es que se caiga la venda, sino que ya no te parece atractiva aunque esté como un queso, ha perdido su aquel para tí. Y es que el sexo, no siempre apetece, y no es porque nos duela la cabeza… porque a mí me duele cuando estoy sola, ¿será por éso?.

La cuestión es que el «me duele la cabeza» está muy asociado a las mujeres, y a las excusas de muchos hombres por no tener sexo. Muchas mujeres de mente abierta y piernas cuando les apetece, hablan de ello, ninguna ha mencionado un dolor de cabeza, pero sí que a veces no les apetece que les toquen su sexo, porque como dicen «es mío» y no siempre es penetración o caricias, hay más cuerpo. Aunque otras en cambio llevan mucho tiempo sin él pero sí les excita una penetración profunda con un vibrador. Quizás porque el sexo con nosotras mismas es lo que necesitamos a veces. Nos conocemos perfectamente y sabemos dónde tocar y cómo.

Pero no vamos a hablar de la masturbación que luego muchos se hacen pajas mentales o corporales y no nos las cuentan.

Muchas de nosotras utilizamos vibradores y he de decir que muchas sienten vergüenza si alguien los ve, y es que aún coletean ciertos tabúes, ésos que decimos que no tenemos y aparecen con cosas como éstas. Sí, conocemos nuestro cuerpo y nuestro sexo, pero qué pasa si rompes las supuestas normas y crees que hay que probar éso que te daba cosa. Por ejemplo, hacerlo con la regla. Hay hombres que no son capaces, por ese olor a hierro, o porque son muy tiquismiquis (en todo, que hay muchos), pero hay otros que prefieren hacerlo con regla y disfrutar a no poder estar plenamente con esa persona. Ojo, las primeras «doñas pegas» somos nosotras, porque da cosa, porque cómo vamos a hacer algo así, se va a manchar todo… y ahí es donde te das cuenta de si la persona que tienes al lado es tu cómplice o no, porque lo hace todo fácil, y muchas tras probarlo, llegan a decir que incluso les gusta más porque sienten mucha más humedad y placer. Empiezo a imaginarme a algunas forrando la cama con el plástico transparente de envolver los bocadillos «para probar».

También hay mujeres que sin saber por qué, al terminar les sale la lagrimilla. A ver, no es por la emoción de que ha sido la leche y él se lo ha currado, siento deciros que las hormonas hacen más de lo que creemos, sí, nos vuelve más sensibles a veces y ese momento puede ser uno de ellos.

Ay el sexo, lo que nos gusta y los que nos hace pensar a veces cuando hay esa desgana. Muchas veces porque simplemente nos queremos dedicar tiempo a nosotras y estar a solas con Pepe (seguro que viene de «no me toques el Pepe»), y sacarlo del armario de vez en cuando, y es que hasta Diana de Gales tenía el suyo y se lo llevaba de viaje.

Sólo os pedimos que no tengáis celos de Pepe, a veces podemos jugar con él y hasta lo dejamos en vuestras manos para jugar ambos. Que no siempre nos apetece la penetración y sí las caricias y mimos, como a vosotros. Que nos gusta sentir que gustamos, y que la complicidad nos excita mucho dentro y fuera de la cama.

Que tocar es el pan de cada día, aunque de pequeños escucháramos muy a menudo «éso no» y dejábamos de hacerlo, y es que el placer va en nosotros…

Pues disfrutemos cuando el cuerpo nos lo pida, con quien nos lo pida y si necesitamos nuestro tiempo, disfrutadlo de otras maneras. Siempre digo que hay momentos de hibernar aunque no sea invierno, pero estamos menos receptivos. Tan sólo es que llegue ese sol que te haga despertar de ese letargo, puede ser un hombre o mujer que te pone o simplemente porque tu cuerpo comienza a pedir guerra de nuevo. Sea lo que sea déjate llevar, pero donde te sientas bien.

Y aunque no nos vamos a poder mover mucho (hablo de kms), disfrutad haciendo una ruta de sexo en casa, para saber si sois capaces de cambiar la temperatura en cada estancia, ahí lo dejo.

Como siempre, un placer y deseando leeros cada miércoles. Seguidme en https://www.instagram.com/buscandomiabridor/?hl=es  o escuchadme en https://radioabordoonline.wordpress.com/ 

Vamos a ver a cuántos les duele la cabeza este puente. Hasta el próximo miércoles.

G & G

Publicado por Gretta y su Garbo

A partir de los 40, la vida cambia, ¡me río yo de la adolescencia!. Pero la experiencia es un grado, y lo que queremos es complicarnos poco (o al menos lo intentamos), un divorcio y probar algo nuevo, van de la mano. Tener o no tener pareja, no evita que la imaginación vuele y a veces nos dejemos llevar...

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