
En la vida hay muchas duchas frías para aliviar ciertos calentones, pero lo mejor son esas duchas templadas que nos hacen subir de temperatura.
No nos engañemos, la temperatura puede subir estando solos o acompañados, porque la mente es así de caprichosa, y sabe cuándo estamos más predispuestos a todo, sí, a todo, a dejarnos llevar. Lo que empieza siendo una simple ducha, a veces termina siendo “la ducha”, ésa en la que damos rienda suelta al placer y que a veces termina siendo un baño relajante y excitante a la vez. Ese momento en el que nos acariciamos tras ser cubiertos con jabón o espuma, porque lo queremos todo, cubrir, enseñar, jugar… y no nos importa tener que salir y mojar el suelo porque nos hemos acordado de algo que tenemos en el cajón y que nuestro cuerpo nos lo pide porque está excitado.

Y es que quien conoce cómo es su cuerpo y qué tecla tocar, disfruta mucho más, desde ese roce de agua templada por su sexo, las caricias de sus dedos y los movimientos del cuerpo pidiendo guerra, porque aunque el agua se esté quedando fría, por dentro nos arde todo.
Y sí, son duchas que sin darnos cuenta nos relajan y es que el cuerpo es sabio y sabe cuando nos va a sentar muy bien, porque además, sales con otras ganas de comerte el día.
Y cuando vemos a nuestra pareja o esa persona que te gusta duchándose tras una noche de sudor… de nuevo el cuerpo se activa empujándote para terminar acariciándole por la espalda mientras le jabonas y besas, rozando el pecho y deslizándolo por la piel húmeda, es entonces cuando los cuerpos olvidan el cansancio de la noche para dejarse llevar por el momento, y se mojan mostrando sus movimientos, su excitación y ganas de seguir disfrutando bajo la ducha.

He llegado a pensar que la expresión de mójate, no es sólo decir lo que opinas sino que también lo podemos aplicar a cuando el cuerpo habla debajo de la ducha, ¿no creéis?. Al final los cuerpos se enredan, los sexos se buscan y resbalan, las bocas suben y bajan, las manos acarician cada rincón, incluso los prohibidos, ésos donde muchos se resisten.

Y es entonces cuando perdemos la noción del tiempo, mojados en la excitación, mirándonos con otra música, sintiendo placer, sonriendo a la locura y dedicando pequeños guiños a la mente sucia que todos tenemos.
Pon ritmo a cada ducha, tanto si estás solo o acompañado, cada música tiene su baile. A cada uno le suena de una forma y le provoca de otra. Mójate en todo.
Ahora quiero lanzar una pregunta, ¿por qué hay rincones prohibidos?, o al menos para algunas personas. Creo que será la próxima entrada… y nunca mejor dicho.
La pregunta es lanzada en el audio que quería compartir con vosotros, pero he de decir que a veces no sólo la mente es caprichosa, la tecnología también, es una entrevista realizada por Charly Rock&Roll de Radio Vallekas, (Generación suicida), que ha querido colaborar dando a conocer este blog, a veces subido de tono y que a todos nos hace volar la imaginación. Seguiré intentando compartirla.
Como siempre, deseando, leeros y saber más de vosotros, de vuestras fantasías y vivencias, de vuestros deseos más carnales y de haceros sonreir.
G & G