Como sabéis, está todo inventado, pero a veces tirar del hilo viene muy bien para llegar a ciertas curiosidades. Y es que esta silla bien podría ser de un ginecólogo que quiere que sus pacientes estén lo más cómodas posibles, pero no, esta silla fue un diseño para un rey que no quería gastar demasiadaSigue leyendo «LA SILLA DEL AMOR»