Sin duda, la ducha nos gusta, nos invita a la imaginación y a las fantasías más húmedas. Es ver una y pensar, uy, la de cosas que haría yo ahí. Y es verdad, mojados, desnudos, el jabón recorriendo nuestra piel, haciendo que las caricias sean más suaves por todo nuestro cuerpo, no suena nada mal,Sigue leyendo «EL ARTE DE LA DUCHA»