En la vida hay muchas duchas frías para aliviar ciertos calentones, pero lo mejor son esas duchas templadas que nos hacen subir de temperatura. No nos engañemos, la temperatura puede subir estando solos o acompañados, porque la mente es así de caprichosa, y sabe cuándo estamos más predispuestos a todo, sí, a todo, a dejarnosSigue leyendo «¡MÓJATE!»