Lo que echaba de menos este rincón, tener un momento de desconexión para soñar o contar… y por qué no, excitarme con la viveza de la imaginación, con música de fondo, de ésa que te llega, con efecto vino, de la que desinhibe, de la que hace que vuelvas a tu esencia olvidándote del mundo.Sigue leyendo «EL RITMO»