
A veces he pensado que quizás llegue ese miércoles en el que me quede en blanco y no sepa de qué tema sexual y divertido hablar. Es interesante sacar la antena en un bar y escuchar las conversaciones ajenas de grupos de chicas o chicos. No tienen nada que ver con lo que el sexo contrario puede imaginar y a veces son realmente divertidas.
Hoy arrancamos con la frase de «mientras busco mi naranja, voy comiendo mandarinas», sí, no soy de mitades, todos somos un algo entero, aunque si hablamos de sexo, a nuestra edad, pocos lo estamos. Hoy os voy a contar curiosidades de cortejo y sexo con el toque particular.

Según Durex, y tras hacer una encuesta a más de 30.000 personas mayores de 16 años, es en Grecia donde tienen más sexo, no sé si porque lo llevan en la sangre o por la herencia de los antiguos griegos, pero es curioso, porque como levanten mucho el codo con ouzo, dudo que se les levante algo más.
Claro, luego lees que los «millennials» casi no tienen sexo y no cuadra, uno de cada cuatro no ha tenido sexo en el último año, ¿de verdad?, qué bien sienta leerlo y ver que nosotros aunque tengamos un millennial sueldo sí tenemos sexo y desde luego mucho mejor. Y ya entre nosotros, creo que su base son las pajas. Yo particularmente me quedo con una buena base donde los ingredientes nunca pierdan temperatura, y es que comida y sexo, dan mucho juego y nosotros los sabemos.
Pero no nos desviemos, siempre hemos escuchado éso de caer rendidos al suelo, bueno, yo me he caído varias veces y no precisamente por sexo, pero ¿y si os digo que hay una tribu de la Guajira colombiana que hace honor a esa frase y a pies juntillas? sí, por lo visto si una mujer le hace tropezar a un hombre y se cae, deben tener sexo, quizás mis caídas eran para tenerlo pero a solas, porque a mi no me hace falta nadie para tropezarme, las cosas como son. Ahora empiezo a entender muchas cosas, y es por ello por lo que quizás he encontrado el equilibrio (por fin) entre el sexo acompañado y en solitario, por cierto hace mucho que no veo a mi Nemo…
Ay el sexo, los quebraderos de cabeza que nos da a veces porque todo empieza por un «cómo me gusta» o ese intercambio de miradas para terminar follando como locos o tropezándote. Menos mal que no todas las locuras se juntan en el mismo sitio, tribu o lo que toque, porque si además de tropezarnos, antes debemos bailar con rodajas de manzana debajo de las axilas, en modo, como me tropiece caigo de bruces (y además tengo sexo, por la caída) y el pobre chico debe comer esa rodaja o al menos parte de ella… no sé si algunos se besarían después. He aquí la Austria rural y no la que más conocemos, sobre todo por la música y especialmente el concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena, ése que a veces hemos visto entero por no comernos la bronca del siglo y llegar temprano.

Y es que hay días muy señalados, como el de la Concepción, y es que mi concepto ya no es el mismo desde que me he enterado que en Rusia hay un día, en concreto el 12 de septiembre al que llaman el día de La Concepción porque es un día festivo, en el que se anima a las parejas a que tengan sexo. Y es que viajar es aprender, despertar con ganas de sexo en otros sitios, disfrutar con olores que recordaremos con una sonrisa más descarada que otra dependiendo del disfrute y aunque nuestro idioma sea otro, el del sexo es universal, y si no que se lo digan a mi vecina, estoy segura que al escuchar sus gritos en cualquier país todos pensarían en matarla o en utilizar cinta americana. Sus gritos son como el Dolby Surround, porque sólo se le escucha a ella en todo el edificio.
Yo utilizaría todo el mismo día, pondría esas rodajas de manzana desde los pies hasta la boca, pasando por curvas y sitios estratégicos, mordisqueando piel y fruta, la cual estaría fría para tener esos contrastes que nos excitan y ponen la piel de gallina. Aunque con la excitación, seguramente terminarían entre las sábanas o el suelo, y es ahí donde quizás tropezaríamos por seguir manteniendo sexo y porque cuando hay deseo y ganas, también hay risas y complicidad.
Lo que sí sé es que nos sentiríamos como pez en el agua y quizás la palabra griego entrara entre nuestras posturas o estadisticamente hablando. La cuestión es que hay que disfrutar, y da igual si a los pechos les ponemos nombres como las Lolas o a sus genitales les llamamos cariñosamente Curro o incluso Armagedon (deberían publicar un libro con los diferentes nombres pero para genitales en vez de nombres de niños o niñas, sería más divertido), al final las culturas siempre están presentes aunque las desconozcamos. Los antiguos hawaianos ya acostumbraban a poner nombres cariñosos a sus genitales.

Se puede decir que está todo inventado, pero el buen sexo depende de nosotros, de saber elegir y de tener una mente abierta, porque no es lo mismo una moto que otra, o el sonido de una Harley a una comercial.
Seamos selectivos y dejémonos llevar, sólo así conseguiremos abrir mentes y otras cosas.
Hasta el próximo miércoles y recordad, en nuestra cultura hacer que otro tropiece no tiene el mismo final. Y como siempre, os dejo el enlace de Radio a Bordo, buscad Buscando mi abridor y allí estaremos Charly Rock & Roll y yo con risas e intercambiando opiniones de hombres y mujeres. https://radioabordoonline.wordpress.com/2020/12/01/buscando-mi-abridor-los-cuarenta/
Deseando leeros y contestar a cada uno de vosotros, siempre me sorprendéis y hacéis sonreir.
G & G
Hola Greta
Me encantan tus historias y me trasportan a tiempos vividos con mucha alegria.
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Hola, Eldelamanga, lo importante es seguir viviendo momentos alegres, y que siempre tengamos buenos momentos y ¡¡muchos por vivir!!. Gracias por tu comentario y te espero el próximo miércoles.
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