
A quién no le gusta una buena comida, degustar, probar sabores, investigar y sobre todo disfrutar. Seguro que a más de uno se le hace la boca agua sólo de pensar lo que le gustaría comer. Y de comidas y subida de libido vamos a hablar porque no lo neguemos, la vista es importante pero lo que se come también.
Dependiendo el momento somos mucho más sibaritas y no nos importa que la ración sea pequeña, porque si hay algo realmente divertido es tener un plato grande, donde degustar pequeños trocitos de fruta, un buen plato, un cuerpo caliente, deseando sentir nuestros labios y notar ese pequeño roce.
En cambio otras veces nos apetece más «carnaza» menos que picar y más que agarrar. Pero antes no nos olvidemos del juego, de hacer hambre y por qué no, subir un poquito el calor con algún que otro alimento, estoy segura de que os sorprenderán los que nos suben la libido y ayudan a excitarnos aún más. Vamos a salirnos de los tópicos, que siempre se agradece.

Soy muy partidaria del picante, insinuarse, jugar, provocar al oído mientras contamos lo que nos apetece hacer, o simplemente decir que no llevamos ropa interior en un sitio público, porque es ahí donde las caras cambian al no poder hacer ciertas cosas que se nos pasan por la cabeza, al menos en ese mismo instante en el que nos informan.
Siempre nos han mencionado el chocolate porque aunque no lo sepamos, contiene feniletilamina, una droga natural que nuestro cuerpo produce, algo parecido a cuando nos enamoramos, quizás sea esa la química de la que muchos hablan. O las ostras, yo, particularmente, y aunque suene muy mal, soy más de almejas, crudas o en salsa marinera, por si alguien ya estaba pensando mal, que somos muy dados a ello y más aquí.
A muchos os pone el chocolate o quizás más «el mojar», sea lo que sea, que sea disfrutando, bien con la boca o los dedos, mancharse y disfrutar va en uno. Pero claro, ésto suena muy sensual si lo comparamos con el ajo, sí, mejora el deseo, ¿de verdad?, lo que yo no tengo tan claro si es el deseo de salir corriendo o llenar nuestra boca con otro ingrediente que sepa mucho mejor o al menos sea más agradable. ésto ya es al gusto del consumidor.
El anís, éso que muchas abuelas se tomaban a escondidas o a pequeños sorbos, ¡no sabían nada!, cuánto tenemos que aprender de nuestros mayores. Con la excusa de los dolores abdominales, por su lado curativo, nunca nos contaron que se entraba en calor, la temperatura subía y el cuerpo se animaba. Por ejemplo, los griegos utilizaban sus semillas para subir la libido y además recordemos que son la base del Pernod, una bebida francesa del siglo XIX, por algo sería y por algo triunfó.

Las fresas siempre han sido unas de las grandes conocidas, hoy he comprado unas cuantas, a ver qué tal ese libido, aunque soy más partidaria de cogerlas con los labios de la espalda de quien me pone, mucho más que comerlas en su plato aderezadas con algo dulce, aunque se aceptan ideas.
La cuestión es que la gastronomía, cuidarse y el color cada vez está más en auge, ¿os acordáis de Popeye y sus espinacas? pues ahora entiendo por qué Olivia estaba tan contenta y es que todos los vegetales de hoja verde y grande ayudan a que nos vengamos arriba, empiezo a pensar que ese músculo tan desarrollado de su brazo era una forma más sutil de decir al mundo lo cachondo que estaba, porque Olivia siempre estaba feliz, ahora sabemos por qué.

Hay qué ver lo que hacen los alimentos y la imaginación, incluso ese regaliz de palo que tantas veces nos hemos metido en la boca sin saber sus efectos. Sí, habéis leído bien, tiene un alto contenido en minerales y vitaminas B y C que hacen que nuestras hormonas sexuales aumenten su producción, y sus efectos son casi inmediatos (os imagino de camino al kiosco como cuando éramos pequeños y comprar unos cuantos). Y como curiosidad, en los países árabes lo mezclaban con Jengibre (otro que ayuda) para la fatiga sexual. Y en Bolivia lo utilizan para problemas de impotencia.
Y es que la base es un buen plato donde poner en marcha nuestra imaginación, degustar lo que nos gusta de forma divertida y compartir experiencias gastronómicas, no siempre hay que estar bien sentado y vestido de etiqueta, es mucho más divertido perder lo puesto y descubrir rincones donde poder seguir comiendo.

Espero haber dado alguna que otra idea para organizar un menú sexual muy divertido, quizás alguien se anime y le sorprenda a quien se quiere comer, no perdamos el apetito y la imaginación, os aseguro que si dais rienda suelta os sorprenderéis de lo que es capaz nuestra mente y cuerpo.
Como siempre, un placer, ya sabéis que estoy en @radioabordo donde las risas están aseguradas cada martes. https://radioabordoonline.wordpress.com/category/buscando-mi-abridor/
Deseando leeros y quizás me deis alguna receta de las que animan aún más. Hasta el próximo miércoles.
G & G